El término, literalmente, significa tumor pequeño; pequeño hinchazón; pequeña protuberancia. En anatomía, nódulo o apófisis redondeado, de pequeño tamaño y situado sobre un hueso; son menores que la tuberosidad. En zoología, pequeña protuberancia que presenta el esqueleto cutáneo (dermatoesqueleto) de ciertos animales. En medicina, lesión específica y esencial de la tuberculosis, producto morboso, de color ordinariamente blanco amarillento, redondeado, duro al principio en la época de evolución llamada de crudeza, y que adquiere en la de reblandecimiento el aspecto y la consistencia del pus. En botánica, porción caulinar engrosada en mayor o menor grado, generalmente subterránea, como la patata. Son ricos en substancias de reserva: almidón, inulina, etc., y en la superficie de los mismo suele verse catafilo y yema (vulgar los «ojos» de la patata); no siempre es fácil distinguir un tubérculo de una raíz tuberosa. Por extensión, dícese de la prominencia verruciforme más o menos redondeado de la superficie de un órgano vegetal.