La jacaranda o Jacaranda mimosifolia pertenece a la familia de las Bignoniaceae proveniente de Sudamérica. Es un árbol introducido, ya característico en los Parques de Sevilla. De hoja caduca y de crecimiento rápido, llegando a alcanzar un tamaño medio entre 6 a 10 metros de altura, con copas de hasta 6 metros de diámetro.
Las hojas de la jacaranda son opuestas y bipinnadas, compuesta de folíolos oval-oblongos de aproximadamente un centímetro de largo. Su floración es muy llamativa, a lo largo de la primavera forma panículas terminales de flores de color azul violeta compuesta por 5 pétalos soldados.
Su fruto es muy característico, leñoso, dehiscente y plano, semejante a una castañuela, de unos 6 centímetros de diámetro, que albergan semillas aladas en su interior.
Son árboles que aguantan muy bien en ciudad, sobre todo calles y parques. Su madera suele usarse para interiores, y sorprendentemente, toda la planta es venenosa si se ingiere, además puede desencadenar irritación de la piel y alergia.